Es importante identificar a temprana edad el pie plano, ya que conlleva a alteraciones en la elasticidad de los ligamentos, por falta de formación del arco longitudinal, desencadenando una pérdida de la relación interarticular entre retropié y parte media del pie, que conduce a alteraciones articulares y al desequilibrio muscular de los miembros inferiores, incluyendo acortamiento del tendón de Aquiles, siendo causa frecuente de alteraciones en la marcha, compensaciones posturales, interfiriendo incluso en su motricidad.
CAUSAS Las causas de pie plano pueden ser factores genéticos, congénitos, desarrollo fetal, características del parto, hiperlaxitud ligamentaria, traumatismos y hábitos.
En la adolescencia y en la edad adulta, el pie plano valgo puede estar asociado con fascitis plantar, aquileítis plantar, tendinitis del tibial posterior, condromalacia rotuliana y síndrome de dolor patelofemoral, así como posibles alteraciones de postura que pueden ocasionar limitación en sus cualidades físicas tales como equilibrio y su coordinación.
SÍNTOMAS
Además del aspecto que posee un pie plano, en el que se puede apreciar que hay menos arco de lo normal, existen otros síntomas que pueden estar indicándonos que sufrimos esta afección:
-Dolor en la musculatura de la zona interna de la pierna: al estar trabajando muy forzado, debido a que el pie cae hacia dentro, se produce tendinitis y aparece el dolor.
-Dolor en el dorso al hundirse el pie: los huesos en la zona dorsal arriba se pellizcan y se producen picos artrósicos.
CÓMO SE DIAGNOSTICA?
Para determinar un arco plantar disminuido requiere de examen clínico; con el apoyo de algunas pruebas físicas con el fin de determinar la flexibilidad del pie y la integridad ligamentaria de la articulación; así como imágenes diagnósticas.
¡OJO! ESTAS SON SUS CONSECUAENCIAS SI NO SE IDENTIFICA TEMPRANAMENTE
Alteraciones en la coordinación motora.
Disminución del movimiento.
Alteraciones del equilibrio muscular, que conlleva a regular relación postural de extremidades inferiores.
Pérdida en la flexibilidad del pie, conllevando a retracciones musculares.
TRATAMIENTOS
En niños, lo más importante es hacer un buen diagnóstico porque puede ser un pie que se pueda corregir con ejercicios de potenciación. Pero a partir de los 4 años, quizá haya que hacer plantillas personalizadas para cambiar los ejes de alineación del pie y que esos músculos empiecen a trabajar de forma diferente. En otros casos, también habrá que valorar la operación.
En adultos, lo más importante es hacer una buena plantilla personalizada que minimizará las consecuencias de un pie plano.
Los tratamientos siempre deben ir asociados a ejercicios tanto de estiramientos como de potenciación. La posible operación sería otro tratamiento, siempre partiendo de un buen estudio biomecánico de la pisada y valorando todas las posibilidades.
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